Desarrollar la capacidad de atención centrada en la persona, fortaleciendo el protagonismo, para alcanzar metas terapéuticas.
Modificar hábitos y prácticas profesionales en la consulta que deterioran la calidad de la relación, especialmente en la comprensión y adecuación del lenguaje.
Actuar como agente de cambio dentro del sistema de salud identificando las prácticas de salud rutinarias y que no tengan la calidad necesaria para la atención del paciente y que deterioran la salud del profesional con el fin de aliviar un posible SDP.