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La Diabetología Argentina nace en la primera mitad del siglo XX bajo el influjo de dos personalidades médicas de gran valor: los doctores Bernardo Houssay y Pedro Escudero.
El primero, creador de la Fisiología y de la Investigación Básica Argentina orientó su tarea al esclarecimiento de la Diabetes Mellitus empleando animales de experimentación, en tanto que el segundo, se dedicó a la enfermedad desde el punto de vista de la Clínica Médica y de la Nutrición.
Los dos fueron maestros y crearon sendas escuelas médicas con numerosos discípulos que continuaron con su obra.
El 28 de Diciembre de 1954 las corrientes de investigación básica, investigación clínica y terapéutica se unieron para aunar objetivos y esfuerzos en la Sociedad Argentina de Diabetes que ha resultado ser la síntesis de la labor diabetológica en el país.
Su primer presidente fue Pedro B. Landabure, discípulo dilecto de Escudero, a quien siguió Virgilio Foglia continuador de la obra de Houssay en la Cátedra de Fisiología.
En este más de medio siglo la actividad de la Sociedad ha sido continúa y fructífera, en especial por la incorporación de filiales que representan a todo el país.
Se organizaron más de veinte Congresos Argentinos, se creó en 1975 la Escuela de Graduados de la que han egresado más de doscientos especializados en Diabetes de la Argentina y de países latinoamericanos, a partir del año 2000 la actividad científica se organizó en diversos grupos de trabajo, que generan investigaciones; la Sociedad es propietaria de su sede y posee una estructura administrativo-financiera eficaz.
La herencia recibida ha sido multiplicada y la Sociedad Argentina de Diabetes es el espejo y la guía de la diabetología en nuestro país.
Dr. Manuel L. Martí

Presidentes de la Sociedad Argentina de Diabetes

Biografías Destacadas

Isaac Faerman

Hijo de Catalina Lifschitz y Samuel Faerman, nació en Buenos Aires el 25 de junio de 1923.
Estudió Medicina en la Universidad de Buenos Aires graduándose en 1947 y recibe el título de Docto en Medicina en 1953, ese mismo año obtiene el título de Médico Dietólogo.
Inicia su Carrera Docente en la Cátedra de Nutrición de la UBA en 1961 y a partir de 1965 es Docente Autorizado de la Cátedra de Nutrición de la Universidad de Buenos Aires, cargo que ejerce hasta el año 1985.
Médico por concurso en el Hospital Rawson (Pabellón Olivera) de 1960 a 1967.
Médico Jefe de Servicio del Hospital Durand (por concurso) desde mayo de 1967 a 1976, por razones ajenas a su voluntad estuvo alejado del Hospital Durand hasta el año 1984, cuando retoma como Médico Jefe de División de Endocrinología y Enfermedades Metabólicas.
Desde 1976 a 1984 se desempeñó como Médico en la Sección Endocrinología del Hospital Español.
Fue un gran honor y me siento privilegiada de haberlo conocido y recibir sus enseñanzas desde su incorporación al Hospital Durand.
El Servicio de Nutrición en 1967, funcionaba en un espacio físico de no más de 6m2, pero él con su personalidad, capacidad de trabajo, su creación constante en el campo de la investigación clínica, su estímulo hacia sus colaboradores y su gran sentido del humor (que no abandonó aún en los momentos mas difíciles de su vida), hizo que el Servicio de Nutrición y Diabetes creciera cada día más.
De personalidad carismática fue incorporando al grupo de trabajo neurólogos, cirujanos vasculares, urólogos, dermatólogos, traumatólogos, especialistas en anatomía patológica para el equipo multidisciplinario.
Investigar para detectar la aparición precoz de alguna complicación o ir mucho mas atrás tratando de encontrar algún dato que pudiera informar sobre la posible etiología.
Además organizó “El Club del Pie” que marcó un gran avance en el mejor enfoque y tratamiento adecuado del pie del paciente con Diabetes.
Los escasos medios económicos con que se contaba no lo detuvieron, pues su tenacidad y empuje, su dinamismo y por sobre todo su inteligencia, de ver siempre un poco mas allá, hizo de Isaac Faerman un ser excepcional y gracias a él la Diabetología Argentina es reconocida mundialmente.
“La neuropatía Diabética”, su importancia y el tratar de “llegar antes” evitando o retardando su aparición, fueron los temas de sus numerosos estudios y publicaciones nacionales e internacionales, trabajos que aún hoy tienen vigencia.
Varios e importantes premios coronaron sus esfuerzos, el de la Sociedad Argentina de Diabetes, Sociedad de Urología, Premio Weitzman, Premio Escudero, etc.
En septiembre de 1985 en Madrid, durante el desarrollo del XVI Congreso Internacional de la IDF, dictó la Conferencia en homenaje al gran argentino Bernardo A. Houssay, titulada “Sistema Nervioso Autónomo y Diabetes. Una hipótesis de trabajo”. Fue su última clase magistral, donde se vio reflejada su integridad, su amor por lo que defendía y conciente que era además una despedida.
Dos meses después nos deja, fallece el 1 de diciembre de 1985, los que tuvimos la suerte de ser sus discípulos nunca terminamos de agradecerle sus enseñanzas y su ausencia física no nos invalida para que permanezca presente en el ejemplo, la palabra y la acción.
Dra. Dora Fox

Bernardo Nusimovich

EL LEGADO DE UN PIONERO DE LA CIENCIA
Conocí al Dr Bernardo Nusimovich en el Pabellón Olivera en los comienzos de 1963 y quien me introdujo fue el Dr Jorge Braguinsky teniendo además una carta de presentación del Dr Luis Munist, Decano de la Facultad de Medicina para el Director del Pabellón, Dr. Pedro Landabure.
Lo encontré trabajando entre otros profesionales con las Dras Susana Leiderman y Marta Sereday. El dirigía la Sección de Endocrinología dentro de ese lugar, donde fui conociendo además, como integrantes de otras areas a los Dres Serantes, Senderey, Etala, Garris, Mestre, Jalife.
Había además otros médicos jóvenes entre los que debo mencionar a Guillermo Burlando y Jorge Alvariñas. Estoy obviando por razones de espacio numerosos nombres que prestigiaron de la misma manera que los mencionados a la Medicina Argentina en los aspectos relacionados con las Enfermedades de la Nutrición, del Metabolismo y de la Endocrinología en ese fantástico lugar asistencial, de investigación y de docencia.
A partir de allí el Dr Nusimovich fue mi maestro hasta su muerte en 1982. Se había formado en el Hospital Rivadavia junto al Dr Del Castillo siendo condiscípulo del Dr De la Balze.
Completó su formación en Estados Unidos con Conn, Fajans y Albright.
Nos enseñó clínica y endocrinología a muchos pues en su recorrido ulterior al Hospital Rawson, en el Policlínico Ricardo Finochietto y en el Hospital Francés bajo su supervisión decenas de hoy destacados especialistas dieron sus primeros pasos de aprendizaje o consolidaron los que ya tenían.
Figura y espíritu seductores, una sólida formación y una percepción clínica aguda y brillante eran sus características.
Me deslumbraba, como a otros tantos le pasó.
Le preocupaba la ciencia. Pero también la política, el arte, la literatura. Pero sobre todo vivía intensamente la vida. Y la vivió apasionadamente.
Fue presidente de nuestras queridas Sociedades Argentinas de Diabetes y de Endocrinología y Metabolismo, en las que volcó enormes esfuerzos.
Durante esos casi 20 años compartí con el las mañanas, muchos Martes a la tarde, con la tolerancia de Pablo mi hijo mayor, en que conversabamos de todo y hasta algunas veces de Medicina. Innumerables noches de reuniones científicas que terminaban en comidas donde el me enseñó muchas cosas han quedado pegadas en mis recuerdos como una impronta perecedera e indeleble.
Era amigo de famosos en el tango, en el cine, en la pintura, en las letras y en el fútbol. Despertaba pasiones, controversias, discusiones pero siempre despertaba cariño.
Era alto. Era buen mozo. Era un hombre grande.
Pero sobre todo fue un gran hombre a quien le debo casi todo lo que humildemente soy.
Isaac Sinay

Luis Federico Leloir

Nació en Paris el 6 de Septiembre de 1906 y vivió en Argentina desde los dos años de edad.
Se graduó como Doctor en Medicina en la Universidad de Buenos Aires en 1932 y comenzó casi inmediatamente su carrera de investigador junto al Profesor Bernardo A. Houssay.
En 1936 trabajó en el Laboratorio de Bioquímica en Cambridge, Inglaterra, dirigido por Sir Frederick Gowland Hopkins. De vuelta en Buenos Aires, trabajó en la oxidación de los ácidos grasos y junto a E. Braun Menéndez, J.C. Fasciolo y A.C. Taquini, colaboró en las investigaciones sobre angiotensina. En 1944 fue Investigador Asociado en el Laboratorio de Carl F. Cori, en Saint Louis (USA).
Luego de haber trabajado con D.E.Green en la Columbia University, New York, a su regreso a la Argentina se desempeñó como Director del Instituto de Investigaciones Bioquímicas, en la Fundación Campomar.
Desde entonces se dedicó al estudio del metabolismo de los hidratos de carbono, entre cuyos hallazgos se puede mencionar la demostración de que el fosfato de uridina glucosa está involucrado en la síntesis del glucógeno y de que la adenosina glucosa difosfato interviene en la síntesis del almidón. También demostró con sus colaboradores el papel desempeñado por el poliprenol y el dolichol en el metabolismo de la glucosa en tejidos animales.
Casado en 1943 con Amelia Zuberbühler, tuvieron una hija, Amelia.
El Dr. Leloir fue Profesor en la Universidad de Buenos Aires y recibió numerosas distinciones internacionales, entre ellas la de Miembro Honorario de la National Academy of Sciences, American Academy of Arts and Sciences, Academia Nacional de Medicina, American Philosophical Society, Academia Pontificia de Ciencias y de la Biochemical Society (England) y fue Presidente de la Asociación Panamericana de Sociedades de Bioquímica. Además de los numerosos premios internacionales conferidos al Dr. Leloir, en 1970 recibió el Premio Nobel de Química. Como curiosidad, se puede mencionar una anécdota interesante: En la década de 1920, se encontraba almorzando junto a unos amigos en el Ocean Club de Playa Grande, en Mar del Plata, cuando le sirvieron un plato de langostino pidió que le acercaran ciertos ingredientes (mayonesa, ketchup, salsa inglesa, jugo de limón, etc.) lo que al mezclarlos creó la Salsa Golf. Tiempo después bromeó con que “si la hubiese patentado ahora tendríamos mucho más dinero para investigar”.
En 1979 representó a la Sociedad Argentina de Diabetes dictando la Conferencia Bernardo Houssay en el 10º Congreso de la Federación Internacional de Diabetes, en Viena.
El Dr. Leloir tenía una actitud permanentemente amigable y modesta, como todos los grandes, y su trato era cordial con quienquiera se acercara a conversar con él.
Luis Federico Leloir falleció en Buenos Aires, el 2 de Diciembre de 1987.
Pedro Tesone